Senderismo

Algunas citas y textos – G. Rebuffat

Reino de luz y silencio

El futuro alpinista ya ha adivinado que las montañas sólo viven del amor de los hombres; por muchas razones son bellas, pero también lo son por el fervor de un joven montañero. La técnica debe hallarse al servicio de un entusiasmo, o de lo contrario reduce el mundo de las alturas a las proporciones de un gimnasio. ¡Pero qué larga es la marcha que conduce a las cumbres! Allí donde las moradas, luego los árboles y por último la hierba terminan, comienza el reino estéril, salvaje y mineral; sin embargo, en su extrema pobreza, en su desnudez total, dispensa una riqueza que no tiene precio: la dicha que se descubre en los ojos de quienes lo frecuentan.

El montañero debe tener músculos fuertes, dedos de acero y una técnica perfecta; sin embargo, esto no son más que herramientas. Ante todo, ama la vida; y el aire, a 4000 metros, tiene un sabor particular, pero hay que ganárselo. Mientras la gente cada día se contenta más fácilmente, el hombre debe seguir siendo exigente consigo mismo: no puede amar una forma de paz que no sea más que ausencia de vida. «Donde hay una voluntad, hay un camino.» No le basta existir: él quiere vivir, pero no vivir peligrosamente, lo cual es fácil y está como emponzoñado. ¡Tiene un cuerpo y un alma! Las altas cumbres le proponen la acción y la contemplación; las altas cumbres ayudan a los hombres a despertar en sí los sueños dormidos.
Pero la belleza de las cumbres, la libertad de los grandes espacios, los rudos placeres de la escalada, la identificación con la naturaleza recobrada, serían placeres estériles y a veces amargos sin la amistad de la cordada: amistad fraternal, hecha de cortesía, abnegación, luchas compartidas y alegrías también experimentadas en común.
Pienso con frecuencia en Moulin y en cómo me inició. Tengo ya en mi haber algo más de mil ascensiones en todas las épocas del año; a veces se adueña de mí la impresión de que la montaña es mi reino. Con todo, cada vez que franqueo su puerta invisible, pero que «siento» perfectamente, me domina un ligero estremecimiento.
Como Moulin antaño, ahora «yo sé» también; pero, aunque hubiese franqueado todas las cumbres por todos los itinerarios, jamás llegaría a conocer la totalidad de ese mundo que amo. Siempre estaré en marcha.

Del libro » La Montaña es mi Reino»

G Rebuffat


«Las montañas constituyen un mundo aparte: son menos una parte del planeta que un reino independiente, insólito, en el que las únicas armas para aventurarse son la voluntad y el amor».
Del libro «Hielo , nieve y roca»
Nieve hielo y Roca 2

«El alpinista es un hombre que conduce su cuerpo allí donde, un día, miraron sus ojos. Y que además vuelve».
la mont

«El mejor alpinista, es un alpinista vivo».


«Hay que distinguir bien la noción de dificultad de la de peligro. Tan agradable como escalar cualquier paso extremadamente difícil sobre cualquier placa, desplome o fisura, resulta evitar comprometerse en actividades que podríamos no controlar. La ascensión más bella no merece hacer peligrar nuestra vida. De cualquier manera, la llegada a una cumbre jamás representa una victoria sobre la montaña sino sobre uno mismo.

Del libro » La montaña es mi reino»


El Sueño

«La juventud, para vivir, debe sentir un gran deseo. Cuando yo tenía quince años, era tan alto como ahora y más delgado; tenía poca fuerza en los brazos y a duras penas podía realizar con ellos una tracción. ¡Pero cómo deseaba llegar a ser alpinista y hasta, tal vez, guía!
Escalar es un instinto. Los niños trepan con mil amores a las ventanas, los árboles y las paredes: lo hacen por el placer de escalar, descubrir, ver más lejos y desde más alto. ¿No es eso, en el fondo, lo que los mayores llaman «alpinismo»?

Del libro «Hielo, nieve y roca»



 

Alpinistas franceses

En la Imagen : Rebuffat , Terraiz , Hermann Buhl y  Anderl Heckmair entre otros importantes alpinistas de la época.

Gaston Rebufftat a parte de destacar como uno de los mejores escaladores y alpinistas de su época , escribió un gran  un gran número de libros, entre otros Estrellas y borrascas: seis caras norte, La montaña es mi reino o El Macizo del Mont Blanc, las 100 mejores ascensiones)  y realizó algunas películas (Flammes de Pierres 1953, Étoiles et Tempêtes 1955, Entre Terre et Ciel 1960-61, Les Horizons Gagnés 1974)…algo sorprendente teniendo en cuenta la época en las que las realizó y las increíbles imágenes que tomaba.