Un poco de Historia
Hace siglos este apartado valle de la Sierra de Guadarrama, encajonado entre cumbres de más de 2000 metros estaba infestado de bandidos y animales salvajes. Un lugar duro y peligroso.
En el siglo XIV, era refugio de bandas de ladrones y proscritos moriscos que hacían difícil la vida en los pueblos del valle, ese es el origen de la leyenda histórica del Puente del Perdón, (sobre el río Lozoya) en Rascafría .
En aquellos tiempos, para una mejor administración, se dividió el Valle en 4 partes o quiñones, y se creó una milicia de caballeros quiñoneros, obligados a tener un caballo propio medianamente decente y organizados en 4 cuadrillas, una por cada quiñón (Rascafría, Oteruelo, Alameda y Pinilla). Se encargaban de vigilar los caminos y luchar contra salteadores y maleantes. Para mayor eficacia se les concedió el importante privilegio de “horca y cuchillo“, es decir, la capacidad de juzgar y ejecutar la justicia de forma rápida y expeditiva (Hay quien afirma que ese es el origen del dicho “Aquí te pillo y aquí te mato” ).
Una vez atrapado un malhechor era conducido sin muchas contemplaciones hacia “la Casa de la Horca”, donde le esperaba el verdugo, pero al pasar por el Puente del Perdón tenía la última posibilidad de exponer su caso y pedir clemencia ante un tribunal formado por un miembro de cada quiñón o cuadrilla. Si conseguía convencerles quedaba libre inmediatamente, pero de lo contrario terminaba en “La Casa de la Horca” a unos 5 km río arriba. Esta casa, hoy pertenece a la Sociedad Belga de los Pinares del Paular, que explotan los bosques de estos montes desde hace más de un siglo
El Valle del Lozoya destaca por poseer, importantes muestras de patrimonio histórico-artístico de alto valor cultural, como el Monasterio de Santa María de El Paular, así como arquitectura tradicional serrana, ya que todos los municipios conservan hoy en día muestras de construcciones tradicionales como potros de herrar, antiguos conjuntos agropecuarios, fraguas, pajares, etc